La ingeniería es el instrumento que por excelencia transforma el mundo en beneficio de la sociedad. Su importancia esta presente a nivel mundial donde se evidencias nuevas y mejores tecnologías a nuestro servicio.
Por su parte, un Ingeniero en Mecatrónica aporta al cambio de la Matriz Productiva en el ámbito nacional tanto en las “industrias priorizadas”, como por ejemplo en las industrias de alimentos y procesos, confecciones y calzado, energías renovables, industria farmacéutica, metalmecánica, productos forestales de madera, tecnología y construcción y por otra parte en las “industrias estratégicas” como las refinerías, astilleros, metalurgia, siderurgia.
Si bien suele hablarse de Ética Profesional para todas las áreas del trabajo, existen algunas para las cuales hablar de moralidad resulta más común o evidente. Así sucede, por ejemplo, con la profesión de los médicos o de los periodistas. Sin embargo, si consideramos que la ética implica el comportamiento adecuado con miras a alcanzar un bien, resulta lógico que ésta puede, y debe, aplicarse a todas las profesiones. Aun más, la ética ayuda a comportarnos en sociedad, a fin de ser beneficiados no sólo nosotros mismos, sino también los demás. En este sentido, toda profesión al repercutir de una u otra manera en los otros, es necesariamente ética.
Cada profesión –y en esto debemos considerar a la Ingeniería- debe ejercerse, por una
parte, buscando el bien para el mismo profesional. De esta manera, a través de su trabajo, el
profesional logrará perfeccionarse no sólo en el ámbito laboral, sino también en relación a
su persona, es decir, en un sentido integral.
Dilemas éticos
Con respecto a los clientes
- Acerca de cobros
- Agrandar diagnósticos
- Tiempo
- Apropiación de piezas pagadas por los clientes
- Repuestos alternativos por originales
- Arreglos cortoplacistas (El cliente lo pide)
Con respecto a la empresa
- Lealtad
- Cuidar el material
Con respecto al medio profesional
- Cuestionamiento y desacreditación
- Difusión de un trabajo de equipo
- Cobros y precios
- Engaños a los colegas
Con respecto a la sociedad
- Abuso de información
- Engaños y fraudes
Caso de análisis
Ford: un dilema de costo – beneficio
En la década de 1970, la industria automotriz Ford diseñó, produjo y comercializó el modelo de automóvil llamado "Pinto". Sin embargo, este vehículo padecía, desde un principio, de un grave problema de diseño, pues el depósito de combustible había sido ubicado entre el parachoques y el asiento trasero. Producto de este problema, en caso de que el automóvil colisionara desde atrás, el combustible se derramaría y se inflamaría, llevando a graves consecuencias.
Después de haber comenzado a comercializar el modelo, la compañía Ford descubrió el problema, pero un estudio estadístico estimó que serían mayores los costos de sacar los vehículos del mercado para modificarlos, que enfrentar las indemnizaciones por posibles muertes futuras en un accidente de las características mencionadas. En otras palabras, el análisis de riesgo realizado sugirió que sería más barato arreglar las disputas legales en lugar de reparar el diseño, pues esto último tendría un valor aproximado de 137 millones de dólares anuales. Mientras, los cálculos de Ford avaluaban cada indemnización en 200 mil dólares.
Sin embargo, en 1973, un fallo judicial en Estados Unidos exigió a Ford a pagar 128 millones de dólares por haber obrado con negligencia. Finalmente, en 1977, Ford se vio obligado a cambiar el diseño por un Pinto seguro. Sin embargo, la imagen de la compañía ya había sido dañada y Ford debió descontinuar el modelo Pinto en 1980.
Este caso demuestra que el éxito de una empresa no depende sólo de sus ganancias económicas. La integridad ética juega, en este sentido, un rol sumamente importante, pues se constituye en la imagen que la empresa proyecta hacia sus potenciales clientes. El valor de la vida humana no puede ser calculado en sumas monetarias, pues para la sociedad, ésta siempre será más valiosa que cualquier indemnización que Ford hubiese ofrecido.